1 litro de leche
Azúcar
Canela
Pan
3 huevos
ELABORACIÓN
Cortamos las rebanadas de pan con un grosor de un dedo y medio.
Calentamos la leche hasta que quede templada y añadimos dos cucharadas de azúcar. Remojamos levemente las rebanas de pan en ella.
Batimos los huevos y pasamos el pan por él. Freímos en una sartén con abundante aceite no excesivamente caliente. Vamos retirando colocando en un recipiente con papel absorbente y rociamos con azúcar y canela.
Una vez frito todo el pan en la misma sartén retiramos el aceite y echamos una 6 u 8 cucharadas de azúcar soperas. Ponemos el recipiente al fuego y vamos removiendo constantemente para que el caramelo no se pegue, una vez diluido dejamos templar un poco sin dejar de remover. Entonces vamos echando leche y de nuevo mezclamos hasta que el caramelo se diluya en su totalidad. Vertemos sobre las torrijas.
Si vemos que no es suficiente hacemos más caldo. Vamos cambiando de posición el pan para que todas las rebanadas se remojen por igual.
Me he perdido un poquito en la fase de realizar caramelo, no entiendo bien para qué sirve o qué diferencia hay con echar azúcar normal. Yo las hago como tú dices, las frío y las saco, y después la dejo en remojo con la leche azucarada y espolvoreo un poquito de canela.
ResponderEliminarEn cualquier caso tienen una pinta riquísima y seguro que están de vicio. En casa llevamos 3 tandas hechas estas vacaciones y todavía duran :)
La diferencia básicamente es que al hacer el caramelo cuando se disuelve en la leche esta toma un sabor más dulzón. Después cuando esa misma leche empapa las torrijas estas quedan más dulces y blanditas. Una delicia.
ResponderEliminarPerdona que no haya respondido antes.
Gracias por el comentario.